Más que un verano.

Inevitablemente ha sido un verano diferente para todos. Los pueblos de Valladolid y Castilla y León han estado más abarrotados que nunca, los jóvenes y no tan jóvenes han podido redescubrir los placeres más cercanos y puros. Con suerte algunos habrán podido desconectar del trabajo, incluso habrán podido escapar más días a la playa gracias al recurso del teletrabajo, sin embargo, la realidad ha seguido presente representada por el característico atuendo de la mascarilla.

Llegado a su fin el paréntesis veraniego es preciso una reflexión constructiva. Esta tregua en medio de tan exigente tarea para todos (unos por enfrentarse “cara a cara” al virus y otros por tener que alterar nuestra forma de vida en mayor o menor grado), ha sido beneficiosa para nuestro estado de ánimo, para encarar nuestros proyectos de futuro con más optimismo, para apostar por abrir nuestro propio negocio o para tomar una decisión que llevábamos postergando demasiado tiempo… Que no dependa de un calendario será nuestra tarea fundamental para cuidarnos.

Date un capricho, date un rato para ti. Apúntate a esa clase de baile que tanto deseas, desempolva la bici y da un paseo por el río, lee antes de dormir, descárgate esa app y comienza a estudiar inglés… ¡No esperes a descuidarte y repetir propósito en Año Nuevo!

Destinar tiempo a nuestro bienestar personal es fundamental para que nuestra vida no se convierta en una rutina mortífera.